En un futuro, en las tiendas de autoservicio o supermercados podríamos hallar departamentos de alimentos para disminuir enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, hipertensión, enfermedades del riñón o prevenir el cáncer.
Hacia allá se dirige la actual tendencia de consumir productos asociados con la salud o la prevención de enfermedades, que hoy se conocen como alimentos funcionales, una corriente que ya modifica la forma en que se produce y procesa la comida e, incluso, cómo se vende al detalle.
Esa mayor conciencia entre consumidores respecto de su salud y su dieta, contribuirá al crecimiento del mercado global de alimentos funcionales durante la siguiente década, según un estudio de la consultora Gran View Research, que cifra en 129,000 millones de dólares el valor de ese segmento.
En países de Europa y Estados Unidos el mercado de alimentos funcionales representa alrededor de 250 millones de dólares y en México , donde “siete de cada 10 adultos, cuatro de cada 10 adolescentes y uno de cada tres niños presentan sobrepeso u obesidad —según revelan datos de la Secretaría de Salud— podemos empezar a desarrollar nuestros propios productos que tengan un beneficio para la salud, siempre con evidencia científica, expone Nimbe Torres y Torres, investigadora del Departamento de Fisiología de la Nutrición Nutrigenómica del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INNSZ).
هذه القصة مأخوذة من طبعة Marzo 2019 - 277 من MANUFACTURA.
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