DEL INFIERNO A LA GLORIA

Los excesos tuvieron al borde de la muerte a PEDRO PEREA, pero la música lo rescató; hoy, LA CONGA es un líder del movimiento sonidero

- MARIO ROJAS R

Debido a sus excesos, Pedro Perea tocó las puertas del infierno. Estuvo una semana internado, inconsciente y a punto de morir.

Y es que su gusto por el alcohol provocó que se deshiciera el estómago. “Me lo dañé, acabé con toda la flora intestinal y tenía úlceras. Ya no había dónde cayera la comida, y eso me trajo un sinfín de malestares”, recuerda.

Por ese entonces era locutor del sonido Arcoíris, creado por don Pablo Perea, su padre, uno de los pioneros y más exitosos del movimiento, pero él andaba en la fiesta. “A mí no me gustaba el sonido, iba porque era mi trabajo y mi papá me llevaba a fuerza”, recuerda el creador de Sonido La Conga. Y agrega: “Mi deseo nunca fue ser sonidero, no me llamaba la atención, entré por obligación y compromiso a costa de mucho regaño. Mi papá tenía un carácter muy fuerte y me forzaba. A mí lo que me gustaba era manejar, de hecho, trabajaba en una empresa de grúas”.

''La historia de La Conga no es de sufrimiento, porque Dios me ayudó

TOCA FONDO