VENDIÓ SU PATRIMONIO PARA FUNDAR UN TEQUILA

Convencido de no volver a trabajar por dinero, ALBERTO AGNESI se ha propuesto vivir para concretar sus sueños

-  VÍCTOR HUGO SÁNCHEZ

“Un indigente se me acercó; me dio miedo, y sólo fue para decirme: ‘Así no se pone el periódico, jovenazo. Mire, se hacen bolitas con él y se meten en las mangas, entre la camisa, y así le dará calor’. Yo me moría de miedo, y de frío; pero sí, hice eso y pude dormir... en la banca de un parque”.

Es Alberto Agnesi, actor, productor y empresario, quien apenas recién llegado a la CDMX tuvo que vivir lo indeseable y lo inimaginable. “Cuando terminé la carrera universitaria en Guadalajara, le entregué el título a mi padre y le dije: ‘No quiero ser administrador’. –¿Qué vas a hacer? –Ser feliz. –¡No mam...!”.

(Risas) ¡¿En serio le dijiste eso?!

Sí, por eso vendí mi auto, mis pertenencias y, debido a un problema que tuve con una exnovia, decidí venirme a vivir a la capital, donde descubrí mi pasión: ser actor.

Al día siguiente de ese incidente, ocurrido porque su compañero de cuarto no pagó la renta y él no pudo entrar al departamento que compartían, fue a recoger sus pertenencias.

“YO NUNCA SOÑÉ CON SER ACTOR”

¿Te dieron ganas de tirar la toalla?

Me pregunté muchas veces: “¿Qué hago aquí?”. Mi familia no lo supo hasta que ya había hecho dos o tres telenovelas y me decía: “¡Qué padre!”, pero le dije que las cosas no son lo que aparentan y comencé a contarle historias que no me creía.