Llevar El Arte A Lo Cotidiano

Con iniciativas como la de la compañía de danza Ardentía, los semáforos en rojo son oportunidades para que la ciudad se reencuentre con la cultura.

- Diana Delgado

En una tarde cualquiera en la Ciudad de México, frente a una decena de autos, bajo el rayo del sol sofocante y sobre el gris del asfalto aparecen cuatro mujeres vestidas en tonos rosados. Se mueven con la precisión de un reloj suizo al compás del Vals de las flores, de Tchaikovsky. Vestidas con un tutú, las cuatro llevan el cabello recogido y caminan de puntitas. La gente que avanza sobre el cruce de la avenida Miramontes y Calzada de las Bombas se sorprende al ver que las jóvenes bailan con gracia.

Con suaves movimientos, las cuatro mujeres estiran brazos y piernas, giran como sirenas y, al mismo tiempo, como movidas por hilos, se desplazan de derecha a izquierda y pegan un salto ligero.

Segundos antes de la luz roja, las bailarinas ejecutan un arabesque, una de las posiciones básicas del ballet clásico, y terminan su show agradeciendo a los espectadores.

La idea de hacer estas presentaciones surgió durante una sesión fotográfica de la compañía de danza clásica Ardentía, que buscaba retratar a sus bailarines en entornos urbanos. Hicieron su sesión de fotos frente al Palacio de Bellas Artes, luego recorrieron Madero enfundadas en su vestuario.