Adrenalina silente

A 100 años de El automóvil gris recordamos la historia de una de las películas mexicanas más fascinantes de la época silente.

- Por Roberto Fiesco

En plena gesta revolucionaria, entre abril y diciembre de 1915, cuando carrancistas y zapatistas se daban con todo y la capital del país era tierra de nadie, una banda de asaltantes disfrazados de militares, a bordo de un elegante Fiat gris,se aprovechó del caos reinante para desvalijar las casas de los aristócratas sobrevivientes, e incluso para secuestrarlos. Venustiano Carranza, presidente en turno, tomó cartas en el asunto y pronto detuvieron a la mayoría de los criminales, que fueron fusilados en la Escuela de Tiro de San Lázaro. Enrique Rosas, exhibidor de cine desde finales del siglo y uno de los pioneros del registro documental en nuestro país, estaba ahí la mañana de la ejecución, filmando el suceso con su cámara.

Tal vez ese día Rosas empezó a darle vueltas a la idea de contar la saga de aventuras de esta banda de facinerosos; sin embargo, no fue sino hasta cuatro años después de ocurridos los sucesos –ampliamente cubiertos por la nota roja ue decidió filmar El automóvil gris, sin duda, la película mexicana más fascinante y popular del periodo silente.

El primer cartón ue aparece indica ue la película fue filmada en los mismos sitios en los que se desarrollaron los hechos reales. La afirmación, sin embar o, no es del todo cierta, pues la mayoría de los interiores fueron creados en los estudios de la Azteca Films, productora de la película, en pleno centro de la Ciudad de México.