En cuestión de sexo, mi prometida y yo nunca habíamos tenido problemas, pero con la cuarentena caímos en la monotonía. Teníamos relaciones de vez en cuando, la verdad había momentos en los que se sentía más forzado por parte de ella, solo me decía que sí, pero en su cara se veía desagrado, no estaba contenta. Yo me sentía frustrado al ver que ella no deseaba que la tocara, pues pensaba que en seguida lo desearía y no era así. ¿Qué hacer?
Un día decidí proponerle un juego de roles en el supermercado. Al principio ella dijo que no, que cómo se me ocurría pensar en eso si estábamos en contingencia y el bajo ingreso que teníamos la estresaba mucho, entonces le expliqué que no tenía nada que perder... después de varios intentos, aceptó.
هذه القصة مأخوذة من طبعة Julio 2020 من Cosmopolitan en Español - México.
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