​​​​​​​Sé Una Diosa

La mujer más seductora de todos los tiempos, la que cambió el curso de la historia y postró un imperio a sus pies, no era particularmente bella.

- Elvira Lavey

A Cleopatra se le describe de barbilla prominente, nariz ganchuda y corta estatura. En palabras del historiador griego Plutarco: “No era tal que deslumbrase o dejase parados a los que la veían; pero su trato tenía un atractivo inevitable, y su figura, ayudada de su labia y de una gracia inherente a su conversación, parecía que dejaba clavado un aguijón en el ánimo. Cuando hablaba, el sonido mismo de su voz tenía cierta dulzura, y con la mayor facilidad acomodaba la lengua como un órgano de muchas cuerdas al idioma que se quisiese”.

Soy de esas mujeres que cuando entra a un lugar todos se voltean a verla. No tengo un rostro extraordinario ni un cuerpo despampanante, pero se me puede poner al lado un ángel de Victoria’s Secret y no me voy a sentir intimidada ni opacada. Sé lo que tengo y lo rockeo. El secreto radica en que me la creo, eso es lo que me envuelve en un aura de deseo irresistible que vuelve locos a hombres y mujeres. Soy quien quiero y creo ser.

No te puedo enseñar a follar, eso es algo que aprendemos en la práctica y la experimentación, y cada quien llega a sus propias conclusiones, pero lo que sí te puedo enseñar es a ser esa femme fatale decidida, segura y desinhibida, que domina todos los aspectos de su vida y, por consecuencia, de su sexualidad.

Para ser amadas primero debemos aprender a amarnos a nosotras mismas. Así tal cual somos; sin máscaras, sin maquillaje, sin pose. Sólo conociéndonos, aceptándonos, amándonos y complaciéndonos lograremos conocer, aceptar, amar y complacer a los demás. Es un efecto dominó: El amor propio, es un camino afortunado al buen sexo. Los siguientes serán unos mantras que te llevarán a la adoración personal y a la plenitud de tu vida sexual.