Mafioso De Boston E Informante

EL REY DEL CRIMEN DE MASSACHUSETTS, JAMES J. ‘WHITEY’ BULGER, PASÓ LOS ÚLTIMOS 16 AÑOS DE SU VIDA EN LA LISTA DE LOS HOMBRES MÁS BUSCADOS DEL FBI POR CHANTAJE, ASESINATO, EXTORSIÓN Y OTROS DELITOS. PERO… ¿HABÍA SIDO TAMBIÉN INFORMANTE DE LA MISMA AGENCIA ESTADOUNIDENSE DURANTE LOS 20 AÑOS ANTERIORES?

El mundo de los informantes de la policía es gris. Los criminales juegan a ambos lados de la línea un juego retorcido, intentando complacer en su labor de agentes dobles tanto a los representantes de la ley como a sus compañeros del crimen. Cuando las acusaciones llegan, los delatores desaparecen para reaparecer como testigos durante el juicio. Después, son incluidos en el programa de testigos protegidos. O ésa es la teoría. En la práctica, las apuestas están en contra de aquellos que exhiben a los hombres con los que trabajan. Violar las reglas de la omertà conlleva ser etiquetado de rata, de chivato o, como lo llaman en el sur de Boston, soplón.

Ser un informante puede arruinar una carrera criminal antes incluso de que arranque. La etiqueta es una sentencia de muerte para cualquier sueño de grandeza criminal. Los soplones son hundidos en el ostracismo o, incluso peor, asesinados como traidores.

“Ser un soplón es la forma de vida más miserable posible.” Son las palabras de un mafioso que se encuentra ahora cumpliendo condena en una prisión federal. Su sentencia ha sido recurrida y por ello prefiere que no citemos su nombre. “Ningún hombre de verdad se vendería para evitar la cárcel. Simplemente, te aguantas y haces tiempo hasta salir de allí. Además, a largo plazo, la cárcel forja el carácter.”

EL REY DE LOS SOPLONES

Pero algunos hombres deciden traicionar el voto de lamuerte-antes-que-el-deshonor, habitual en el mundo del crimen, y colaborar con los agentes federales. Algunos tienen el atrevimiento de hacerlo incluso mientras están en activo. Lo llaman “la vida o el juego”, y su objetivo es mantener la iniciativa jugando a dos bandas.