Así viví el COVID-19

Esta enfermedad no ha sido fácil, todos la hemos experimentado de diferentes maneras, y una de mis mayores preocupaciones no era que me contagiara, sino alguien de mi familia. Hace tiempo di positivo y ésta es mi historia.

- Por Gabriela Del Fueyo

Mi primera reacción fue de miedo absoluto por si se complicaba. ¿Mis síntomas? Inflamación, picor y dolor de garganta, también tos. No obstante, a los ocho días de dar positivo en la prueba de proteína C reactiva (PCR) perdí el gusto y el olfato; una sensación muy diferente de cuando se suele perder por resfriado, pues no había exceso de mucosidad, aunque, claro está, no fue agradable. Lo cierto es que a la semana ya había recuperado prácticamente esos dos sentidos, aunque no sin secuelas.

¿Qué tan difícil fue el contagio?

Siempre que me preguntan digo lo mismo, no sentí nada distinto a cualquier infección a lo largo de mi vida. Pero lo que sí me llamó la atención fue el cansancio que tuve después de haber pasado 15 días de la enfermedad. Éste me duró al menos otras dos semanas hasta que fui mejorando poco a poco y retomando la actividad física. En ese mes noté la pérdida de masa muscular que ya estoy recuperando.

¿Qué me recetaron?