Kate A LA CONQUISTA DEL TRONO

Celebramos el cumpleaños número 38 de la duquesa de Cambridge, quien hoy más que nunca ocupa el corazón de los ingleses, pues ven en ella a su futura reina. Una royal que jamás dudó en fijar la vista en lo más alto hasta alcanzarlo.

Realmente espero hacer una diferencia, aunque sea en lo mínimo. Tengo muchas ganas de ayudar en todo lo que pueda”.

A unque no ostenta el título de princesa, Kate ha dejado atrás el estereotipo de la chica con suerte que se enamoró del hombre de sus sueños y fue feliz para siempre. Y si bien es cierto que se casó con su príncipe azul, no se ha librado de señalamientos debido a su origen plebeyo, ni por las aparentes infidelidades de William, sin mencionar las comparaciones con Meghan Markle, esposa de su cuñado Harry. Si hay algo que reconocerle es que ha madurado hasta convertirse en la integrante favorita de la familia real británica, así como en un ícono de moda, madre y esposa ejemplar.

Es una mujer de retos que se ha construido a sí misma. Logró superar el bullying de sus compañeras de escuela en la pubertad y el acoso de la prensa que por años la calificó de arribista. ¿Una prueba más? El libro del biógrafo Andrew Morton, William & Catherine, que deja al descubierto los malos tratos del príncipe durante su noviazgo, razón por la cual sus amigos sintieron alivio cuando se separaron en 2007.

“William solía tratarla como a una persona de servicio, más que como a su novia”, dice un amigo de la pareja en el libro de Morton, quien asegura que la royal no la pasaba bien al ser ignorada por William, y menos cuando los amigos del príncipe la despreciaban sin que él pusiera un alto. Sucesos que, lejos de hacerla renunciar, fortalecieron su carácter.

Templanza a prueba de fuego