LA REINA ARCOIRIS

Elegante, apropiada y siempre estratégica: las elecciones de estilo de la soberana son tanto una manera de diplomacia como una expresión de identidad a colores.

- EUGENIA GARAVANI

Durante los primeros años de su reinado, Isabel II fue famosa por sus elegantes vestidos de gala de su diseñador favorito y en el que más confiaba, Sir Norman Hartnell. La imagen de la reina joven y glamurosa se perpetuó a través de sesiones de retratos icónicos realizados por fotógrafos como Cecil Beaton, quien se preocupó especialmente de los looks que usaría la monarca.

La soberana tiene un estilo particular. Le encanta llevar un sombrero, sus bolsos de mano suelen combinar con sus cómodos zapatos y, a menudo, usa guantes. Pero lo más notable es que casi siempre lleva tonos brillantes. Sí, de vez en cuando elige un conjunto oscuro, o colores sobrios según la ocasión lo amerite, pero en eventos públicos su paleta de colores es un arcoíris y no siempre fue así, pues en los últimos años optó por matices explosivos que la han convertido en un icono moda.

En el documental The Queen at 90, Sophie, condesa de Wessex, explicó la inclinación de su suegra por el color. “Ella necesita sobresalir para que la gente pueda decir: ‘¡Vi a la reina!’”, expresó. “No olviden que cuando aparece en algún lugar las multitudes son de dos, tres, cuatro, 10 o 15 kilómetros de profundidad, y alguien quiere poder decir que vio un poco del sombrero de la reina cuando pasó”.