De 5,264 pesos a 53. Esto es lo que logró reducir su factura eléctrica Yorgo Amin. Y, junto a la cuenta, bajaron sus emisiones de carbono. Todo gracias a la tecnología.
El camino comenzó con una inspección para detectar las fugas de luz en su hogar, en Ciudad de México. Se percató de que sus focos eran incandescentes y que cada uno consumía 50 watts por hora. Esto representaba un problema, porque la casa tenía más de 30 focos y cuando estaban todos prendidos gastaban 1,500 kilowatts la hora (kWh).
De acuerdo con el calculador de equivalencias de gases de efecto invernadero, elaborado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, esto equivale a 649 kilogramos de dióxido de carbono por 60 minutos de uso. Así que su primer paso fue cambiar todos sus focos viejos por LED, porque tanto estos como los inteligentes gastan, en promedio, cinco watts por hora, reduciendo 10 veces su consumo de kWh.
Después, Yorgo Amin compró un wattímetro en una tienda de aparatos electrónicos, un instrumento que mide cuántos watts consume un aparato y que, en su versión más sencilla, no supera los 500 pesos. Así se percató de que su sala, donde hay una tele de 82 pulgadas conectada a un sistema de audio, una Alexa, un router, los aparatos de Sky e Izzi, además de una PlayStation 5, consumía 80 watts la hora aunque todo estuviera apagado. A esto se le llama consumo fantasma.
هذه القصة مأخوذة من طبعة Marzo 2023 - 1301 من EXPANSIÓN.
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