Daniel Sancho dice que mató a Edwin por miedo: "Amenazó a mi familia"

El hijo de Rodolfo Sancho, en prisión provisional. "Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho"

Visitando los lugares del crimen, esposado pero tranquilo.

Pese a que hay infomaciones contradictorias, Daniel insiste en que entre él y la víctima no había una relación sentimental

Daniel ayudó a la policía a reconstruir los hechos.

El joven insiste en que fue engañado por el médico colombiano. "Él estaba obsesionado conmigo", afirma

Él o ella será el que por ahora pueda visitarlo en la cárcel, donde las condiciones a las que se enfrenta son, cuanto menos complicadas. Tras pasar diez días aislado por el protocolo COVID, será trasladado a una celda que compartirá con otros 20 presos, viviendo una de las situaciones penitenciarias más difíciles del mundo.

En concreto, en el centro de Koh Samui residen más de 7.000 presos, aunque está pensado para la mitad, duermen en el suelo, apenas tienen mantas, llevan unos pesados grilletes de 4 kilos y muchas veces sus familias se encargan de mandarles comida para cubrir las necesidades básicas.

Todo el mundo lo dice: la situación de Daniel es grave. Muy grave, porque las pruebas parecen demoledoras, y porque el propio Daniel ha admitido que mató y descuartizó al cirujano colombiano Edwin Arrieta Arteaga, de 44 años.

Un crimen lleno de incógnitas y que a medida que pasan los días se complica todavía más. Para empezar porque ni siquiera está claro el motivo por el que Daniel acabó con la vida de Edwin.

“Me hizo creer que quería hacer negocios conmigo, abrir un restaurante juntos... Pero era todo mentira”