CULTIVAR ALEGRIA

MAS PROFUNDO QUE EL PLACER, MENOS LEJANO QUE LA FELICIDAD. ESTE SENTIMIENTO QUE TENDEMOS A ENTERRAR BAJO LAS OBLIGACIONES ESTA ESPERANDO BROTAR PARA OXIGENAR NUESTRA VIDA.PARA DEJAR QUE SE EXPRESE, APRENDAMOS A HACERLE UN HUECO.

- Géraldine Dormoy-Tungate

No experimentar el sentimiento de alegría muchas veces no es más que la falta de apertura a él. La predisposición a celebrar las pequeñas alegrías es el primer paso para la felicidad.

Las alegrías ligadas a estímulos fugaces nos aportan una falsa sensación de felicidad, pero no satisfacen nuestros verdaderos deseos interiores.

"Cuando abro el horno y el esmalte de mi cerámica es más bonito de lo que pensaba, se produce un efecto wow que empieza en el estómago y se extiende por todo el cuerpo y la mente, es increíble", se maravilla Julia, de 42 años, una apasionada de la cerámica. "Desde que decidí hacer un curso de formación agrícola para ganarme la vida con mi pasión por las plantas, me siento menos estresada, me mantengo erguida y creo que estoy más guapa", ríe Celia, de 31 años. "Dejar a mi pareja violenta fue difícil. El día que pude expresar mi decisión de marcharme, me recorrió una oleada de vida", recuerda Violeta, de 39 años. Desde entonces, me veo cambiada. Mi piel está más brillante; mis ojos también lo están. Mi barómetro interior apunta a la relajación y a las ganas de volver a empezar. Las alegrías sentidas por Julia, Celia y Violeta han cambiado sus vidas: la primera ha reorganizado su trabajo para situar la cerámica en el centro de su actividad; la segunda ha dejado su puesto como directora de exportación para sembrar la semilla de un nuevo proyecto; la tercera se está reconstruyendo, sola y libre. ¿Quién no sueña con sentirse abrumada por una sensación tan embriagadora y beneficiosa? Pero la alegría no siempre nos llega con facilidad.