BMW R12 1935 - ABRIENDO CAMINO

Hoy en día casi todas las motos tienen una suspensión delantera formada por una horquilla telescópica, pero siempre tuvo que haber una pionera, y respecto a esto, el mérito es para la BMW R12.

- Pepe Burgaleta

LAS R12 Y SU NUEVA HORQUILLA TELESCÓPICA HIDRÁULICA INUNDARON EUROPA CON LA INVASIÓN ALEMANA COMO VEHÍCULO DEL EJÉRCITO.

Antes de la Segunda Guerra Mundial convivían diferentes tipos de horquillas que habían evolucionado poco desde principios de siglo. Las más comunes eran las de paralelogramo deformable, conocidas como “Girder”, pero había múltiples diseños con resortes de ballesta, muelles de pinza o helicoidales.

La característica común a todos ellos era la ausencia de un sistema de amortiguación de las reacciones del muelle realmente eficaz. Los sistemas de fricción habituales se calentaban y perdían propiedades. En ese tiempo, una horquilla telescópica no parecía una buena opción porque a sus desventajas como su escasa rigidez y el acuñamiento de la barra con la botella, no se contraponía ninguna gran virtud. Pero eso cambió de forma radical con la BMW R12.

En realidad, de forma previa BMW ya había planteado una moto con una suspensión delantera de ese tipo, la R7. No se trataba de una moto de producción, sino de un ejercicio de estilo a cargo del ingeniero y diseñador Alfred Böning, que creó en 1933 una moto con el estilo art decó que imperaba en ese momento. Además de su estética, la R7, de la que solo se fabricó un prototipo, disponía de una horquilla telescópica cuya gran innovación era la integración de un sistema de amortiguación hidráulica.