Despedir A Tiempo

Tras dejar su puesto como CEO en enero pasado, el fundador de Panera Bread comparte los aprendizajes de tres décadas al frente del negocio y lo que hubiera hecho diferente.

- Ron Shaich

Fui CEO de una compañía pública por más de 26 años. Eso es más tiempo del que Cal Ripken Jr. –uno de los mejores shortstops (parador en corto) en la historia de las Grandes Ligas– jugó beisbol. No fui el único que pasó tanto tiempo en Panera Bread, la cadena estadounidense de panaderías y cafeterías; muchos colegas estuvieron conmigo. Uno de esos casos fue un ejecutivo senior que trabajó y creció conmigo ahí por más de 20 años. Su trabajo, tarde o temprano le quedó pequeño, por lo que, aunque su cuerpo estaba presente, su mente estaba ausente. Él lo sabía, pero nunca lo externó; sólo seguía presentándose a trabajar en la oficina. Por años lo presioné y esperé a que tomara la iniciativa, pero nunca lo despedí.

Viendo hacia atrás entiendo el porqué: estaba muy obsesionado con ser un líder afiliativo, de esos que desarrollan vínculos personales con los colaboradores y priorizan las relaciones antes que los objetivos. Lo que debí haber hecho fue dejarlo ir antes, y a muchos más como él.