Personalidades – Maria Callas

Maria Callas es universalmente reconocida como la cantante de ópera más grande del siglo XX, y, según los expertos, la más trascendental de la historia. Su vida fue más intensa y dramática que las grandes óperas que interpretó. Tenía una personalidad arrolladora, y en todos los ámbitos se desenvolvía con autoconfianza y autoridad; sin embargo, ella confesó que por dentro se sentía frágil e insegura. Para recordarla en el aniversario 40 de su muerte, conversamos con Tom Volf, autor del libro Maria by Callas (Assouline Publishing), quien nos habla de su ascenso a la fama, polémica personalidad y tempestuosa vida afectiva.

- Por Alberto Ortega Gurza

Los griegos inventaron la representación de la tragedia. Dos mil quinientos años después, Maria Callas no solamente la representó, sino que la encarnó. Aunque ella afirmaba que la artista y la mujer en su ser eran dos personas completamente independientes, en realidad estaban íntimamente vinculadas porque todo lo que ocurría en su vida privada tenía un efecto determinante en su carrera artística. Su biógrafa escribió que el acabado de sus interpretaciones era perfecto. “Confeccionaba meticulosamente cada palabra de cada frase de cada una de sus partes en las arias”.

MARIA ANNA SOFIA CECILIA KALOGEROPOULOS

Hija de inmigrantes griegos, nació en Nueva York el 2 de diciembre de 1923. Su infancia fue marcada por la indiferencia de su padre y la mala relación con su madre quien la relegaba por ser gordita y tosca, y no hermosa y femenina como su hermana. Empezó a cantar a los nueve años; cuando tenía 13 su familia volvió a Atenas donde fue becada en la Real Academia de la Música.

A los 14 asombró a cientos de espectadores con el papel dramático de Santuzza en Cavalleria Rusticana, y entre los 16 y los 21 adquirió experiencia escénica en la Compañía de Ópera de Atenas.

Tras el divorcio de sus padres, que agudizó sus problemas emocionales, decidió mudarse a Italia donde debutó como solista en La Gioconda de Amilcare Ponchielli, y poco después su interpretación protagónica en Norma de Vincenzo Bellini la consagró como la soprano más virtuosa de su generación.