LA REINA SOFIA - CUMPLE 80 ANOS

Sus gustos, sus costumbres, sus peculiaridades... SEMANA celebra su aniversario con el retrato más íntimo y desconocido de la soberana emérita

POCOS días antes de su 80 cumpleaños, el 2 de noviembre, el público del Teatro Real de Madrid se puso en pie e irrumpió en un aplauso y una enorme ovación dirigidos a la Reina Sofía. Se entregaba el Premio

BMW de Pintura, una cita a la que nunca falla la soberana, quien terminó hondamente emocionada por lo que suponía un reconocimiento de su apoyo a la cultura y las artes en los últimos 40 años. Pero había algo más. Quizás no se lo esperaba, o no tanto. Doña Sofía llega a una edad plena y en un momento de idilio con los españoles.

No siempre fue así. Hija de los reyes Pablo y Federica de Grecia, coincidió con Juan Carlos de Borbón en 1961 en la boda de los duques de Kent. Se habían visto antes, de más pequeños, pero entonces saltó la chispa. Su noviazgo duró pocos meses. Se cuenta que en la fiesta de compromiso en Lausana, donde vivía su abuela la reina Victoria Eugenia, Juan Carlos le lanzó al aire una cajita: “¡Sofi, cógelo!”. Al abrirla se encontró con una sortija de rubíes. Así se prometieron. A la joven le encandiló la espontaneidad del “muchacho de los Barcelona”.

SU LLEGADA A ESPAÑA

Cuando la princesa griega aterrizó en España en 1962, tras contraer matrimonio en Atenas, aún vivía Franco y su situación no estaba muy clara. En 1969 fueron designados Príncipes de España. Para entonces ya habían nacido sus tres hijos: Elena, Cristina y Felipe. Ser madre era su papel principal. Y así fue durante mucho tiempo. El 22 de noviembre de 1975