Vino Rosado

Leonardo da Vinci dijo: “Creo que son muy felices los hombres que nacen donde se encuentran los buenos vinos”. Desde mi punto de vista tenía razón. Y al hablar del rosado debemos regresar al origen, a los tiempos de los fenicios y a los primeros viajes de esta bebida a España.

- Laura Santander

EL PRIMERO EN LLEGAR

Increíblemente, el vino rosado existió antes que el tinto, porque en las civilizaciones antiguas los procesos no estaban tan cuidados y especializados como lo están ahora. En realidad, la filtración y la homologación de tonos comenzó a cuidarse hasta hace no más de 200 años.

En general, el vino rosado se obtiene a partir de las uvas tintas. Existe un sola variedad de uva que se considera rosada y se llama poulsard, de la región del Jura. Y como en los tintos, el mosto queda en contacto con las cáscaras, lo que le brinda la tonalidad rosada. A este proceso específico se le conoce como hollejo, que es la maceración de las cáscaras con el jugo, aunque con un contacto más breve que en el caso de los tintos y en frío. Son conocidos como vino de una noche, porque la piel de las uvas tintas se deja reposar durante muy poco tiempo.

EL MITO

Se tiene la creencia de que el vino rosado es dulce, porque el vino que llegaba a México se limitaba a variedades con alto contenido de azúcar residual, pero existe un espectro muy amplio de cantidades de dulzor en la bebida.