Historia De Una Venganza

La perla negra es la historia de una venganza: la mía. Y la de Isabeau de Fuòc, su protagonista, también. Todo empezó con un desengaño, hace años, del que lo he olvidado casi todo, excepto las ganas de vengarme que me acompañaron durante varios meses. Nunca había sentido tanta ira y tanta tristeza, y no sabía qué hacer con ella. Los amigos me aconsejaron, con la mejor de las intenciones, y me dijeron que lo mejor era pasar página, pero no se me da bien olvidar. Lo que se me da bien es escribir, y eso fue lo que hice. Empecé a darle vueltas a la historia de una venganza. ¿Cómo y cuándo tendría lugar, qué sucedería, quién sería el personaje protagonista y cuál sería su plan? ¿Quién se vengaría por mí? La perla negra acababa de nacer.

- Claudia Casanova

No fue difícil decidir que la historia transcurriera en la Edad Media: desde que leí hace tiempo un ensayo del medieva lista Charles Homer Haskins, El renacimiento del siglo XII, ha sido mi etapa histórica favorita. Porque el Renacimiento no existiría sin las catedrales góticas, porque la cultura de la Antigüedad se habría perdido sin los incansables monjes celtas, que recopilaron en los manuscritos toda la sabiduría que caía en sus manos, porque sin la Escuela de Traductores de Toledo, en el siglo XII, las obras de Aristóteles no habrían llegado hasta nuestros días. En el norte de Francia, la materia de Bretaña dio lugar a las primeras novelas en donde los caballeros andantes iban en busca del Santo Grial y luchaban contra el mal (y perdían a veces). Mientras San Bernardo de Clavaral llamaba a la Primera Cruzada, y el mundo asistía a una lucha brutal entre dos religiones, brotaba en las cortes de reinas como Leonor de Aquitania o María de Champaña la delicada poesía del amor cortés. Estaba decidido: mi venganza tendría lugar en el siglo XII, y nacería del fuego, porque el odio es fuego y se alimenta de llamas. Por eso la razón que impulsa la venganza de Isabeau de Fuòc es la muerte de su madre, quemada por bruja. Por eso Fuòc es el apellido de mi protagonista, porque significa “fuego” en occitano.