DEL CIELO AL PALADAR

Para sentir Oaxaca en la CDMX, estás a un bocado de distancia. Te pasamos al costo algunas recomendaciones para deleitarte con su sazón.

- KAREN DELGADO

Ay, Oaxaca! Como dice la "Canción mixteca": "suspiro por verte". ¿Quién puede resistirse a los encantos de tu tierra dorada, tocada por el sol y bendecida con mil sabores? En ella no solo habitan tradiciones llenas de vida y baile y cultura ancestral: también converge un mundo gastronómico sin igual.

Por fortuna, esta singular sazón no conoce barreras y podemos vivirla intensamente en nuestra capital. Basta con encontrar el sitio indicado para percibir el irresistible aroma del tasajo, el frescor de un tejate recién espumado y, por supuesto, el fuego en las entrañas tras el primer trago de un espadín.

Algunos de estos espacios están a la vista en barrios como la Condesa, Coyoacán, la Roma o Santa María la Ribera; otros se esconden en mercados chilangos, donde el quesillo, el pan de yema y el chocolate inundan nuestro olfato antes de dejarnos la barriga llena y el corazón contento.

Esta abundancia de opciones gastronómicas en nuestra ciudad es un reflejo de la cercanía que existe entre ambos territorios y, a la hora de clavar el diente, muestra patente de nuestras afinidades gustativas.