‘Duendes' En El Monte Los Recechos Y Esperas Se Complican

Camino del solsticio de verano, con los días más largos y la primavera en todo su esplendor, la temporada 2019 de caza del corzo sigue su curso, después de unas intensas semanas de recechos y aguardos en abril, con capturas y lances para todos los gustos y buena parte de los cupos ya realizados, y unas fechas por delante donde los corzos añadirán grandes dosis de dificultad a su caza, antes de guardarse casi por completo, en lo más inaccesible de sus dominios, a la espera de la llegada del celo estival. Son todavía los de mayo, por tanto, días muy propicios para dirigir nuestros pasos tras los Capreolus capreolus, aunque poco se parecerán a los dejados atrás y que supusieron el arranque de la campaña corcera.

Los cotos de caza en mayo han cambiado sustancialmente res-pecto a semanas precedentes y nuestros corzos encuentran alimento por doquier, sin necesidad ya de recurrir a las áreas abiertas donde tanto se prodigaron en abril. Ahora, con el crecimiento de los cereales, pastos y hierbas de todo tipo, estos espacios quedan en poder de las hembras, que utilizarán su mayor cobertura vegetal para guardar los corcinos recién paridos y poder vigilarlos mejor del acecho, entre otros, de zorros, jabalíes y grandes rapaces.

Por su parte, los territorios de los machos de jerarquía, salvo los que se hayan quedado sin dueños en los primeros compases de la temporada de caza y hayan sido tomados por otros corzos, están más que definidos y defendidos y otorgan a sus poseedores una cierta tranquilidad, lo que se traduce, de forma más evidente cuanto más avance este mes, en una menor exposición de los mismos a nuestros ojos y ópticas, es decir, que a más horas de luz, a temperaturas más altas y a más comida disponible en el interior de los montes, les costará mucho asomar a lo abierto y cuando lo hagan, apenas se alejarán de la linde con la espesura en previsión de posibles peligros.

De esta manera, antes de que los machos se acantonen definitivamente en lo más profundo de sus feudos, más temprano en cotos meridionales y con corzos de edad, aprovechemos las buenas oportunidades que, tras los ‘duendes’, aún nos brindan los primeros días de mayo, pues de no ser así, en la segunda quincena, sobre todo a partir del día 20, habremos de empezar a cambiar de estrategia de caza y pisar monte para tener algunas opciones de avistamientos y lances, como ocurrió en los dos breves relatos que ofrecemos a continuación.

EN SU SALÓN DEL TRONO