Indiferente a la maternidad

Mira esa carita. ¿Qué te hace sentir? (a) Una sensación de anhelo hasta la matriz. (b) “No es para mí, gracias”. O (c) nada en absoluto. Aquí, una confundida escritora explora el instinto maternal en un intento por descubrir por qué no siente ningún deseo de ser madre, pero está luchando al dejar ir el futuro que algún día creyó querer.

- Por Nikki Osman

Hay una nota en mi iPhone llamada “maternidad”. A veces escribo ahí mis pensamientos cuando voy en el autobús de regreso del trabajo. Si me encuentro sentada atrás de un bebé en pleno colapso en llanto, sujeto el recuerdo a la memoria de iCloud antes de que se instale en la mía. Una anécdota sobre un desgarro perineal, el costo de criar a un niño que parece más bien premio de lotería, todo esta ahí. Luego llegó el momento en que me enamoré perdidamente con amor de tía por mi sobrino recién nacido. El acercamiento científico a lo que podría ser la decisión más importante de mi vida no me convence por completo, pero en ausencia de cualquier inclinación biológica que me haga la decisión más fácil, es todo lo que tengo por ahora…

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