Happily Ever After (o cómo trabajar para que dure tu relación)

No se trata de tener a alguien a tu lado nada más porque sí, pero tampoco de dejarte ir una vez que te desposaste. Si ya escogiste una pareja compatible, con quien te llevas increíble, te decimos cómo hacer que la relación sea cada vez mejor y no dure solo porque sí.

- Por Tere Díaz y Mario Guerra

Si no la cuidas, la riegas

Por Mario Guerra

Una relación no existe sin que dos personas la formen; entonces no podemos esperar que sea sana o sólida si los que la cons-truimos lo hicimos sin la conciencia de que eso era lo que realmente queríamos o cuando, a pesar de eso, la dejamos en el olvido y la descuidamos. Una relación de pareja es como una planta: algunas empiezan a crecer sin darnos cuenta, porque una semilla llegó quién sabe de dónde y como ya empezó a crecer, y como siempre hemos querido tener flores en el jardín, pues la dejamos “a ver qué sale”.

A veces lo que llega en ese caso no es una planta que dé flores, sino hierba mala o, en el mejor de los casos, una planta de epazote (buena para las quesadillas), pero tú querías flores. Otras veces, nosotros escogemos la semilla que queremos sembrar. Aprendemos cuándo hacerlo y qué queremos obtener de ella. Es cuando elegimos y somos elegidos por otra persona, pero el trabajo apenas empieza. No nada más es poner la semilla y “que sea lo que Dios quiera”, y que como nos queremos mucho, seguro de nuestro amor se va a alimentar. Pero no basta con que quieran a la relación, sino que la sepan querer y darle lo que necesita, no solo para que no se seque, sino para que sobreviva y pueda florecer (no olvidemos que quieres flores en tu jardín).