La multiplicidad de Michael Keaton

Antes que Ben Affleck, supo el costo de ponerse el uniforme del hombre murciélago y padecer la desaprobación a priori de una legión de fanáticos. Disfrutó de una racha exitosa a finales del siglo pasado, pero su estrella fue apagándose hasta que un día, directo a su rancho en Montana, le llegaron proyectos que lo regresaron a las portadas de las revistas y le devolvieron la pasión por actuar, pasados los 60 años.

- Ilustración y texto: Manuel Meza

Michael John Douglas (Pennsylvania, 1951) dice no creer en la suerte. Para él, cuando las oportunidades se presentan, tienes que hacer algo con ellas. La buena fortuna es algo diferente y eso es justo lo que le permitió hacer una carrera en el cine, después de intentos no tan exitosos en la comedia stand up y varias incursiones en programas de televisión. Incluso, consideró dedicarse al periodismo, pero la vida fue demostrándole que había personajes esperándolo para demostrarse a sí mismo y al resto del mundo su valía. Hijo menor de Leona Elizabeth y el ingeniero George A. Douglas, Michael fue un niño inquieto y bromista, acostumbrado a todas las atenciones y forcejeos que implica ser el pequeño de la familia. Abandonó la universidad después de dos años para moverse a una ciudad más grande y empezó a trabajar en algunos estudios de televisión de Pittsburgh, yendo de jalar cables a manejar cámaras, hasta darse cuenta de que su sitio estaba delante y no detrás de ellas.