¿Qué podemos hacer para que no fume?

El tabaquismo es un hábito que en la inmensa mayoría de los casos se adquiere alrededor de los 14 años. Una edad en la que muchos adolescentes empiezan a fumar para parecer mayores, con la falsa idea de ser más interesantes o adelgazar.

Son muchas y muy variadas las razones que están en el origen del hábito del tabaco entre nuestros adolescentes. Razones que empujan a muchos de nuestros jóvenes a fumar a una edad que en España está, de media, en los 14 años. Lo peor es que muchos de los que empiezan a fumar tan temprano pasarán años enganchados al tabaco y muchos otros toda la vida, pese a que más tarde serán más conscientes de los efectos nocivos del tabaquismo.

De ahí que una de las mejores maneras de disuadir a los adolescentes de no caer en la trampa del tabaco pase por informarles desde muy pequeños de cómo el tabaquismo tiene consecuencias nefastas en el cuerpo, tanto por dentro como por fuera.

Según explica María Teresa Lara, médico pediatra de Blua de Sanitas, ayudar a nuestros adolescentes a no fumar pasa por “informarles de lo dañino que el tabaco puede ser para su salud, recordándoles que el tabaquismo es culpable de tos crónica, pérdida de energía, muchos cánceres y accidentes cardiovasculares”. .

El tabaco también es malo para su estética ya que al fumar “se amarillean los dientes, se arruga la piel y se genera un mal olor en la boca y en el cabello, entre otras muchas consecuencias”, recuerda. Además, según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay cerca de 150 millones de adolescentes fumadores. Lara también recomienda que los adultos recordemos a nuestros jóvenes “lo difícil que resulta mantener económicamente el hábito del tabaco, ya que un paquete cuesta de media 5 euros”.