Harry & Meghan

Entre alegría, nervios y una dosis de mala vibra por parte de algunos familiares incómodos de Meghan Markle, está por celebrarse la boda real más esperada del año.

- Por María Del Carmen López

Desde que se dio a conocer el compromiso entre el príncipe Harry de Gales y la actriz estadounidense Meghan Markle, la pareja ha estado rodeada de todo tipo de emociones, así como de una desafortunada campaña para desacreditar a la novia, orquestada por su propia hermanastra, Samantha Grant, a la que se ha unido (sin conexión aparente) el escritor Andrew Morton. Lo cierto, es que ninguno de los esfuerzos de Grant ha surtido efecto y todo ha fluido a pesar de afirmar que desde su infancia, Meghan no sólo ha sido una gran admiradora de la realeza británica, sino que se ha preparado toda su vida para ocupar el lugar que hoy le corresponde, dejando de lado e ignorando a su familia al grado de no invitarlos a celebración.

Por su parte, Andrew Morton quien alcanzara fama por escribir la historia de la princesa Diana de Gales, desde su propia voz, se ha sumado a los detractores y entre sus frases más lapidarias ha dicho que Harry es el más enamorado en esta relación y de quien se podría decir es una especie de Eduardo VIII, igual de obsesionado con Markle como lo estuvo el monarca de Wallis Simpson.

Pero nada parece inquietar a los futuros duques de Sussex, quienes han hecho oídos sordos a las declaraciones directas, indirectas y hasta a la publicación del libro de Morton, titulado Meghan: A Hollywood Princess, y están tan felices que han decidido hacer partícipe a la gente de a pie de su celebración, y han pedido que en lugar de regalos de boda se lleven a cabo donaciones para ayudar a un grupo de instituciones, seleccionadas por ellos, para recibir apoyo económico y puedan continuar con sus respectivas misiones de ayuda.

Un sueño realizado