Tatiana Calderón e Ivanna Richards

Nunca antes el Gran Premio de México había contado con embajadoras, quienes además de competir detrás del volante, también son todas unas expertas en la máxima fiesta del deporte motor internacional.

- CALEB TORRES GARCÍA

IVANNA RICHARDS, Los dulces y veloces 16

Nació en marzo de 2008 en medio de una familia en la que los autos y la adrenalina son el pan de cada día, en gran medida, gracias a su papá, el piloto mexicano Homero Richards. “Desde antes de nacer, ya iba a las carreras en el vientre de mi mamá, así desde muy chiquita empecé a estar en sus carreras de Nascar y también a sus entrenamientos”, nos cuenta Ivanna, quien en este 2024 cumplió 16 años.

Cuenta la piloto que a los cuatro años se subió a un kart y desde ahí no ha podido parar, pese a que escuchó en más de una ocasión que las carreras de autos y la velocidad no eran cosas de mujeres. Todo, dice, lo ignoró al 100% y se concentró en lo que hoy es su gran pasión. “Me di cuenta que con mi papá no me desesperaba mientras iba en mi sillita trasera, pero con mi mamá sí, porque él maneja rápido incluso fuera de las pistas, pero con responsabilidad y precaución. Yo soy como mi papá, me gusta la velocidad y eso ha sido desde siempre”.

Su primer recuerdo de la Fórmula 1 llegó a los siete años, apoyando a Max Verstappen, Lewis Hamilton y después a Checo Pérez, quienes se convirtieron en su inspiración para llegar a ser una profesional. “Un día recibimos una llamada en la que me ofrecían ser embajadora del Gran Premio de México, algo que no podía creer, pero que ya es una realidad”, nos cuenta Ivanna emocionada.