MARGARITA VARGAS Y SU HIJA, EUGENIA, VIVEN EL SUEÑO DE LA ALTA COSTURA

La mujer de Luis Alfonso de Borbón acaba de cumplir 40 años: «A veces, siento que sigo teniendo 20 >>

DELICADAS organzas, brocados exquisitos, cristales y perlas, patrones impolutos y exclusivos, manos sapientes y una mirada certera sobre la belleza, el volumen y la pureza de las líneas y el corte. Un universo de tejidos, agujas e hilos, que solo es accesible a unos pocos. Casi elegidos. Porque es propio de otro tiempo.

Su hija, Eugenia, de 16 años, acaba de terminar el curso con unas notas excelentes. Este era el regalo perfecto

De cuando la moda nacía y moría en grandes salones palaciegos y los vestidos se diseñaban y cosían sobre el cuerpo de la mujer que los iba a lucir. Hablamos de la Alta Costura, «l’haute couture», una forma de hacer moda que, tras la irrupción aniquiladora del «prêt-à-porter», en los 60, con Yves Saint-Laurent, mucho más rentable, solo unas escogidísimas «maisons» con el músculo y sabiduría suficientes pudieron seguir teniendo. Porque hablamos de artesanía, de personalización, de sofisticación, de exclusividad. De lujo.

Sobre estas líneas, Margarita, con un vestido «nude»> de pedrería y falda «evasé», camino al desfile del libanés Elie Saab. Arriba, un momento de la pasarela de Valentino, en el Château de Chantilly. A la derecha, una de las propuestas de JeanPaul Gaultier. En la página siguiente, Lauren Santo Domingo y Bianca Brandolini D'Adda