La chica de la prisión corsa

Stéphane Demoustier profundiza en Borgo en la fina línea que nos separa de la delincuencia, un enigma que ya abordó en el thriller judicial La chica del brazalete

- Andrea G. Bermejo

Borgo es el nombre de la cárcel corsa donde sucede esta película. Es una cárcel peculiar, de régimen abierto. Una cárcel en la que son los presos los que vigilan a los guardias, dicen en un momento dado del metraje. Melissa llega como funcionaria de prisiones a este penal desde París. Y no tarda en integrarse, en caerles bien a los reclusos, que la apodan 'Ibiza'. Sobre todo a Saveriu, un joven que moviliza a sus contactos fuera de la prisión cuando su marido y sus hijos experimentan ciertas ofensas racistas en la urbanización a la que se acaban de mudar. Y que no va a dudar ni un segundo en pedirle a Melissa que le devuelva el favor, sumergiéndola en el submundo de delincuencia de la isla.