Óscar TODO QUEDA Mario en Casa

Se estrenan: Mario como director y guionista -justo antes de trabajar con Scorsese-; Oscar, a las órdenes de su hermano mayor. "Mi soledad tiene alas" los hace crecer a ambos.

- ESTER AGUADO

Mario ha querido hacer un doble salto mortal: se ha lanzado a su primera película como director y guionista –en colaboración con su ex, la francesa Deborah François–, haciendo protagonista de esta historia a su hermano Óscar. Escribió el guion pensando en él, en el personaje que le hubiera gustado que le ofrecieran cuando tenía su edad, y ha tenido que ejercer de director durante meses, sin dejar de ser hermano mayor, transmitiéndole en todo momento a Óscar la seguridad y la confianza que necesitaba para sacar adelante un personaje tan nuevo, tan desnudo, rodeado de actores no profesionales. De lo difícil, lo más.

¿En qué momento sientes que necesitas escribir y dirigir tu propia película?

Mario: Durante la cuarentena. Siempre había tenido el impulso de dirigir y, cuando vi dos meses por delante para desarrollar una idea, me lancé. Es una historia de barrio, en la periferia de Barcelona, que es donde me crié, y habla de cosas que me tocaban, así me resultó más sencillo.

¿Es autobiográfica?

Mario: No, para nada. He plasmado historias que escuché a mis amigos y ambientes por los que me movía. Pero tiene mi alma, mi sensibilidad, mi manera de ser. El viaje de este joven grafitero a Madrid es como el que hice yo, que tuve que sacar alas para buscarme la vida, buscar respuestas y descubrir en quién me quería convertir, dejando al niño atrás, a los 18 años. Y fue duro.

¿Contar con tu hermano para este trabajo ha sido una forma de arriesgarte o de protegerte?