Maria Sharapova, La Capitana Del Equipo

Incluso en pants negros y tenis blancos es imposible no voltear a ver a Maria Sharapova.

- Alyssa Giacobbe

Nos encontramos en Sarasota, Florida, en IMG Academy Bollettieri, lla mada así por el instructor que la ayudó a ser famosa. Aquí es a donde vino, recién llegada de Rusia con su padre, Yuri —ambos sin hablar inglés—, para convertirse en estrella de este deporte. Tenían 700 dólares en su cuenta bancaria, y aquella niña de siete años llegaba al entrenamiento en bicicleta porque no les alcanzaba para comprar un auto.

Resultó que a esa edad era demasiado joven para asistir a la academia, pero Yuri aceptó trabajos extraños para mantenerlos a flote hasta que Sharapova cumplió nueve años y fue finalmente aceptada de tiempo completo. Cuando su madre, por fin, llegó al país un año después, la pequeña Maria era educada en su casa para que pudiera enfocarse en el tenis.

Por supuesto que fue un sacrificio que dio frutos. Para cuando tenía 18 años era la atleta femenina mejor pagada del mundo, título que mantuvo durante 11 años, siendo medallista olímpica y una de las únicas 10 mujeres que han ganado un Gran Slam.

Su talento la hizo relevante, pero también su atractivo físico muy al estilo estadounidense, con sus 1.88 cm de estatura y su larga melena dorada. Eventualmente cayeron contratos multimillonarios de marcas como Canon, Porsche, Nike, Head y Evian, y esas ganancias superaron el dinero que ganaba en los torneos.

La industria de la moda también quería una parte, sobre todo por el impulso que Anna Wintour le dio, siendo ella misma una fanática del tennis, y llevando a Sharapova a ser la portada de Teen Vogue. Su fiesta de cumpleaños número 18 fue patrocinada por Motorola.