El arrendamiento es una de las herramientas financieras más útiles para tener maquinaria y equipo de vanguardia, pero son pocas las empresas que lo usan.
Una fábrica sin máquinas. No es la próxima tendencia de manufactu-ra 4.0. Es una realidad y varias em-presas en México ya utilizan este esquema, que es más sencillo de lo que parece: pagar por el uso de la maquinaria, no por su propiedad.
El concepto no es novedoso, pero en el país aún pocas empresas utilizan el arrendamiento, en su modalidad puro o financiero, para equipar sus plantas y modernizar sus equipos, ya sean tornos o taladros industriales, flotillas de autos, unidades pesadas y hasta impresoras. En lugar de invertir decenas de millones en adquirir maquinaria, para lo que habitualmente las empresas deben recurrir al crédito, este esquema permite contar con el activo a través de una renta mensual fija. Al finalizar el contrato, el ‘propietario’ puede adquirir la máquina o renovar el contrato con un activo nuevo.
Según datos de la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (Enafin) 2017, elaborada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sólo 7.6% de las empresas usa el arrendamiento financiero. Y, sobre todo, lo hacen para la adquisición de flotillas de transporte (55.6% del porcentaje total). Sólo 20.1% se enfoca en maquinaria y equipo.
Esta historia es de la edición Diciembre 2018 - 275 de MANUFACTURA.
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