Trump Vs. Hillary – El fin del Reality Show

Estos dos candidatos han protagonizado la campaña presidencial más mediática, entretenida, polémica y lamentable de la historia estadounidense. Él es un hombre exitoso, millonario, racista, narcisista, de dudosa moral y políticamente inexperto. Ella es una mujer preparada y con amplia experiencia política que está muy cerca de poder convertirse en la primera mujer presidente. Sin embargo, un amplio sector del electorado no la considera una candidata idónea. A días de la elección presidencial revisamos lo bueno y lo malo de cada uno.

- Alberto Ortega Gurza

Si Trump llegara a presidente, todos los planteamientos y promesas de su campaña, como la construcción del muro fronterizo para aislar a Estados Unidos de México; impedir la entrada de musulmanes al país o su sueño de estrechar lazos con Rusia, se quedarían al nivel de lo que son actualmente: sólo palabras.

Al igual que sucede en la mayoría de las democracias, en Estados Unidos el presidente no tiene libertad alguna para decidir y actuar de acuerdo con sus caprichos y decisiones personales. Aunque es la cabeza del gobierno, tiene muchas limitantes de acción. Para que cualquier iniciativa sea llevada a la realidad, forzosamente requiere de la aprobación del Congreso.

Las posibilidades de que este candidato pudiera contar con los votos mayoritarios en el Congreso para que sus ideas cristalicen en el mundo de lo real, son sumamente remotas, particularmente ahora que es rechazado, incluso por la mayoría de sus copartidarios republicanos, muchos de los cuales se han declarado abiertamente como sus detractores.

Si de entrada Trump no contaba con la aprobación de la mayor parte de la clases política, empresarial y pensante de la sociedad estadounidense, en los últimas semanas sucedieron tres eventos clave que han provocado su declive: el primer debate presidencial librado el 26 de septiembre, el escandaloso video difundido el 7 de octubre por el Washington Post y el segundo debate presidencial celebrado el 9 de octubre.

PRIMER DEBATE, PRIMERA DEBACLE

A estas alturas cualquiera sabe que en el primer debate presidencial Trump exhibió su ignorancia en materia política, e hizo patente su agresividad y su tendencia a tomar ventaja a base de descalificar a su oponente.