El místico, mágico y (muy extraño) Doctor Strange

El Maestro de las Artes Místicas ha llegado para transportar a Marvel a donde no había llegado antes: los terrenos de lo sobrenatural. Cine PREMIERE visitó su entrenamiento en el legendario Kamar-Taj y develó los secretos detrás de la cinta más extravagante del MCU.

- Jessica Oliva

Estamos frente a lo que parece ser el patio de un antiguo santuario, mezcla de algún templo del Tíbet y de un palacio ruinoso exótico a la Indiana Jones, de esos que parecen haber estado en el mismo lugar desde hace milenios y que, por lo tanto, guardan verdades antiguas. Benedict Cumberbatch está frente a nosotros, en medio de la explanada, bañado en sudor, a pesar del ligero aire fresco que circula en el interior del stage 4 de los estudios Longcross.Sus ropas blancas y grises, parecidas a las que usaría un aprendiz de karateca, rozan el suelo por unos segundos mientras su pierna hace una barrida de 360 grados, como parte de una complicada rutina de artes marciales. “¡Otra vez!”, le grita Chiwetel Ejiofor completamente metido en personaje, quien, vestido en las ropas verdes del legendario Baron Karl Mordo, lo rodea al mismo tiempo que supervisa estrictamente sus movimientos. “¿Cómo se supone que el karate va a ayudar a curar mis manos?”, espeta Benedict, en tono irritado y escéptico. “¿Karate?”, responde Ejiofor. “Aquí no somos ninjas”.