Nacen dos estrellas

Lady Gaga y Bradley Cooper reinventan sus carreras para darle nueva vida a un clsico.

- Por J. Iván Morales @ivanmorales

El problema principal que tuvo Roger Ebert con la versión de Nace una estrella estrenada en 1976, fue Barbra Streisand. Según el crítico del Chicago Tribune, la diva neoyorquina no fue capaz de alejarse de su imagen y aura de superestrella y verdaderamente encarnar a una chica ingenua que apenas inicia su vida en los escenarios. La apuesta quizá no funcionó del todo en aquella ocasión, pero lo cierto es que la elección de una estrella famosa para este papel de novata musical no es nada nuevo para una historia que este año estrena su cuarta versión en pantalla grande.

Janet Gaynor era ya una de las personas más taquilleras de Hollywood (además de la primera mujer en llevarse el Oscar a Mejor actriz en 1929) cuando encarnó a Vicki Lester en 1937. A aquella versión le seguiría una protagonizada por Judy Garland y dirigida por George Cukor en 1954. En todas, el relato es el mismo: una jovencita llena de talento conoce a un músico experimentado (que ha sido interpretado por Fredric March, James Mason y Kris Kristofferson, en orden cronológico) y las carreras de ambos toman caminos inversos. Ella sube por la escalera del triunfo, mientras él desciende por una espiral de autodestrucción.

LADY GAGA SIEMPRE SUPO QUE, PARA INTERPRETAR ESTE PAPEL, TENDRÍA QUE REINVENTAR LA IMAGEN QUE EL PÚBLICO YA TENÍA DE ELLA.

Nace una idea