De vuel ta a tus raíces: El ABC del cuero cabelludo

¿Grasoso? ¿Reseco? ¿Con caspa? Las señales pueden ser tan confusas como las de ese galán de Tinder que no sabe lo que quiere. Kate Pasola nos decodifica todo.

Sí exfolias tu cuero cabelludo? Porque yo no. El año pasado, cuando el tema de la salud de esta parte de nuestra piel comenzó a llamar la atención de las marcas de belleza y sus clientes, todo se volvió un poco desesperante... ¡Una zona más de nuestro cuerpo por la cual debemos preocuparnos! Lograr exitosamente una rutina de 12 pasos para la piel, encontrar el mejor bloqueador solar, humectar toda nuestra piel y envolverte en aceite CBD antes de agendar tu siguiente sesión de drenaje linfático, ¿acaso no era ya suficiente para el mundo de la belleza? Pero ahora también debo limpiar, tonificar y humectar mi cuero cabelludo. Really?

La industria moderna de cosméticos, con sus lanzamientos nuevos por mes y millones de dólares en ganancias por año, nos hace sentir como si estuviéramos dentro de un gran laberinto sin salida. Hay una estrategia constante enfocada en implementar tendencias e inventar nuevos géneros de belleza para llenar nuestros tocadores (y vaciar las carteras). Entonces, ¿quién nos puede culpar por quejarnos y estar hartas? ¿Realmente debemos preocuparnos tanto por nuestro cuero cabelludo? Pensemos...

LA IMPORTANCIA DE LAS BASES

En este caso, la respuesta es sí. La tricologista de Percy & Reed, Nicola Smart compara la situación entre un cuero cabelludo saludable y una gran melena con un cultivo de plantas. “Considéralo como una tierra fértil y los folículos del pelo como flores. Si no nutres el suelo, es imposible obtener flores saludables”. Suena lógico.