El Leon En Mi Primer Safari

Quizás era ya un poco tarde para empezar una aventura africana, pero yo lo hice algo madurito en el mundo de la caza mayor, y cuando empiezas tarde has de coger las oportunidades cuando vienen, así que decidí que hacer un safari sería un buen modo de celebrar mi jubilación.

- Pedro Romero

Me mantengo muy bien y tengo buen pulso con el rifle, aunque las piernas ya no están para hacer largas caminatas. Ese tema de caminar mucho me preocupaba, y así se lo expuse a la orgánica a la hora de organizar mi safari. El caso es que mi amigo Braulio me calentó, de ahí que tomase la decisión de contratar mi primer safari africano sin tener demasiada idea de qué era lo que iba a encontrarme allí, pero con la misma ilusión que un chiquillo de diez años con su primera carabina de aire comprimido.

¿CON QUIÉN CONTRATAR?

Cuando te aproximas a este mundillo, la oferta es abrumadora y te sientes un poco perdido, de modo que me apoyé en la experiencia de buenos amigos que habían realizado safaris en África para que me aconsejaran. Varios de ellos me hablaron muy bien y me recomendaron que contactase con José María Aranda, de la empresa 4 Aces Outfitters, porque es una compañía reconocida, lleva muchos años en esto, tiene fama de seria y de no defraudar a sus clientes, que no es poco en este escenario de ‘piratas’ que hay en la caza mayor en España.

Hablé con ellos en Cinegética y cerré un safari allí mismo, porque me convenció el modo en que me hablaban y la calidad de las instalaciones que me ofrecían. Un apretón de manos entre nosotros y cerramos la cacería como se hacía antes, como contratan los hombres de palabra y como he hecho yo durante los cincuenta años que llevo en el mundo empresarial. Inicialmente hablamos de un safari de antílopes, que es lo que todo el mundo me recomendaba para empezar mi aventura africana.