¿Cual ? Es La Alternativa?

La curiosidad, un excelente marketing y la desconfianza en la medicina tradicional están haciendo que más mujeres acudan a la medicina complementaria y la sumen a su régimen. Pero saber qué funciona y qué es sólo una ilusión ha sido difícil. ¡Hasta ahora!

- Meghan Rabbitt

Hace poco tiempo, las personas caían en uno de dos campos cuando se trataba del cuidado de la salud: medicina convencional o alternativa. O le volteabas los ojos a tus amigas que decían que la sanación energética había curado su padecimiento o te convertías en el conejillo de Indias de todo tipo de métodos.

El panorama del bienestar ya no es tan mono cromático, para ser honestas. Existe la probabilidad de que tomes un remedio homeopático y a la vez vayas a urgencias si no se te quita el dolor de garganta en una semana. O quizás acudas a terapia física para rehabilitar un problema muscular pero también te guste la agradable aunque dolorosa sensación del cupping. Lo cierto es que casi el 40 por ciento de los adultos americanos está utilizando algún tipo de medicina complementaria –cualquier método de tratamiento que generalmente no se considere parte de un cuidado popular– según revelan los National Institutes of Health. Y para cumplir con las demandas de este creciente interés, importantes centros médicos como Duke, Yale y la Clínica Mayo ahora ofrecen de todo, desde acupuntura hasta paseos en laberintos. Así que insértate en el pensamiento moderno: las opciones integrativas y estándares sí pueden coexistir. De hecho, de acuerdo con el doctor en medicina Adam Perlman, director de salud integrativa y bienestar en la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, el término “medicina alternativa” ya no se usa. “Ahora la llamamos medicina integrativa debido a que estos tratamientos se deben usar en combinación con la medicina convencional”, explica. “Se trata de combinar múltiples tratamientos para mejorar la salud y la calidad de vida”.