El beso de la vida

Cuando esa persona sexy y divertida con la que vives comienza a sentirse como alguien de la familia (nos referimos a que no hay sexo), aquí tenemos tu manual para encender la llama.

- Por Kaitlin Menza

Ese sentimiento de escucharte a ti misma utilizando con tu pareja el mismo tono agitado que usabas con tu hermano pequeño cuando eras niña. O, cuando pasa una semana y te das cuenta que tu único contacto físico ha sido el tipo de besitos pudorosos que intercambias cuando tus suegros están presentes. Llamamos “familiarización” al fenómeno donde tu pareja comienza a verse como un pariente en lugar de como pareja, “es uno de los mayores problemas que enfrentan los asesores de sexo y relaciones en sus prácticas”, dice el terapeuta Ian Kerner. No entres en pánico: incluso el romance más estable cambia a lo largo de los años. Prueba este plan de cinco pasos para ver de nuevo a tu dulce, amable y responsable pagador de cuentas, como el hombre ardiente del que te enamoraste en un principio.

PASO 1

TOMA UN RESPIRO

“Una de las primeras cosas que hago con una nueva pareja es ver qué tan integrados están”, dice la terapeuta sexual Holly Richmond. “¿Hay suficiente autonomía en la relación?”. Ella encuentra que las parejas más cachondas son aquellas en las que cada persona tiene sus propios pasatiempos, amigos y vida. Aquellos que se dan espacio para que su pareja pueda parecer sexy y nueva cada vez. Logra ese efecto planeando mini separaciones regulares, con chequeos mínimos, como noches con amigos todas las semanas. (Si puedes, prueba un fin de semana sola, también). “Estás cultivando el deseo”, explica Richmond, y un poco de misterio.

PASO 2

RESEXUALÍZATE