Fly me to…

En ocasiones, ir al gym con tu media naranja no es tan romántico como parece, o resulta que en realidad no pasan tanto tiempo juntos como esperaban. Para que eso ya no suceda tenemos la solución perfecta: el acroyoga, la actividad en pareja que pondrá a prueba su comunicación, el control de sus cuerpos y su balance. Checa lo que nuestros amigos de FlowSolid nos contaron sobre este ejercicio.

- Por Isa Cisneros. Fotos Pepe Escárpita

El yoga es un tipo de ejercicio totalmente diferente a cualquier otro, en el que trabajas tanto tu cuerpo como tu mente. Dentro de esta disciplina existen muchas modalidades distintas e incluso en los últimos 15 años se ha ido combinando con otros deportes para darle un plus al ejercicio completo que ya ofrece. Una de las mezclas más interesantes es aquella que tiene lugar con la acrobacia, dando como resultado el acroyoga, en el que el elemento principal es la compañía de una o varias personas para generar diferentes figuras o flows, así que realmente no se puede hacer acroyoga en solitario. “En acroyoga trabajas infinidad de posibilidades del cuerpo con tu acompañante, hay toda una danza de posibilidades y eso es lo que me encanta de este tipo de yoga, no terminas de explorarlo nunca”, nos cuenta Andrea Dattoli, maestra certificada de acroyoga y hathayoga.

En cualquier ámbito, los profesionales hacen que su oficio parezca sencillo y al obervarlos realmente piensas que eres capaz de hacer lo mismo. El acroyoga no es la excepción. Lo que sí varía es que se trata de un ejercicio que aunque puede ser complicado al principio, con la técnica y el entrenamiento necesario puede dominarse sin impedimento alguno. “En el acroyoga requieres libertad de movimiento. Debes tener mucha conciencia corporal, concepción. Conocer dónde está tu centro, si te mueves hacia un lado saber cómo regresar, también cómo mover tu cuerpo desde el centro de la base”, señala Andrea sobre lo más importante de esta práctica.