El Arte De Hacer Nada

¿Cada cuánto te detienes a descansar y a disfrutar de tu vida? Imagina poder relajarte y divertirte; sentir que tuviste un gran día, no por la cantidad de mails que contestaste, sino por la habilidad de desconectarte del mundo y hacer absolutamente nada.

- Michelle Mejía

Desde muy jóvenes nos enseñan que debemos de cumplir algunas actividades para tener un “día productivo”, dejando la reflexión sobre nuestra vida y nuestras de cisiones en segundo plano, enfrascándonos en la rutina. A pesar de lo que te hayan enseñado, el ocio permite que tu mente sea libre, lo que incrementa la felicidad y creatividad, además de reducir el estrés. Hacer actividades que salgan de la rutina le ofrecen a tu cerebro un descanso necesario para la autorreflexión. ¿Por qué es necesario dedicarle tiempo a esto? Así nuestra mente aprende a solucionar problemas rápidamente y a tomar mejores decisiones, es decir, conociendo y aceptando nuestro pasado podemos entender qué hemos hecho mal y no volver a repetir viejos errores. También ejercitamos la autocompasión y nos damos tiempo para perdonarnos a nosotras mismas, podemos solucionar problemas de carrera, mejorar relaciones y enfocarnos en nuestra salud mental y física. ¡Casi nada!

Tal vez pueda sonar muy complicado ahorita, pero puedes empezar poco a poco incorporando elementos que favorezcan esta nueva meta, ya sea con un baño relajante, una clase de introducción a yoga o tomando 20 minutos del día para meditar en un espacio tranquilo. Ese tiempo que dedicas en redes sociales podría ser empleado en que vuelvas a conectar contigo misma: desconéctate de la tecnología un rato, toma una siesta y sal a caminar en la naturaleza. Si quieres volverte una experta en el tema de no hacer nada, mientras obtienes los óptimos beneficios, la mejor recomendación es vivir cada día como si fuera el último, gozándolo al máximo.

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