lo que me llevó a conocer a Hannah, en el 2004, todos, fueron unas costillas rotas. Me dolía moverme, incluso reírme, así que cuando fui a la fiesta de una amiga decidí acomodarme en el sillón. Hannah se sentó a mi lado diciendo que necesitaba un descanso de la gente después de un día muy pesado. Seis horas más tarde los dos seguíamos ahí. Luego de unos días tuvimos nuestra primera cita.
El celular de Hannah sonaba sin parar. Siempre tenía tiempo paraademás de su trabajo de modelo y sus estudios, recaudaba dinero a través de asociaciones de caridad para la cura del cáncer. Incluso me convenció de correr mi primer maratón, sacándome de mi cama cuando todavía no salía el sol para comenzar mis entrenamientos.
Esta historia es de la edición Septiembre 18 2019 de Cosmopolitan en Español - México.
Comience su prueba gratuita de Magzter GOLD de 7 días para acceder a miles de historias premium seleccionadas y a más de 9,000 revistas y periódicos.
Ya eres suscriptor ? Conectar
Esta historia es de la edición Septiembre 18 2019 de Cosmopolitan en Español - México.
Comience su prueba gratuita de Magzter GOLD de 7 días para acceder a miles de historias premium seleccionadas y a más de 9,000 revistas y periódicos.
Ya eres suscriptor? Conectar