Adapta Tu Dieta Para Calmar La Ansiedad

Las grandes comilonas son símbolo de celebración, pero también de que algo no va bien. Los atracones de comida basura se dan en períodos de ansiedad o nerviosismo. Ciertos cambios en las pautas de alimentación pueden atajar el problema.

- Carmen Lopez

La ansiedad es una lacra de la vida moderna que afecta a casi todas las personas, en mayor o menor medida. Puede darse en momentos puntuales -ha sucedido algo malo- o puede ser un sentimiento que pase a formar parte de la cotidianidad. En este segundo caso, es posible que la persona que la padece no sea consciente de estar sufriendo un cuadro de ansiedad. Piensa que ‘está muy nerviosa’. Solo se identifica como tal cuando hay un pico o un ataque de pánico y se agudizan los síntomas físicos. La dificultades para respirar, los temblores, los mareos y la sudoración. Pero un cuadro de ansiedad generalizada tiene diversos síntomas:

Problemas para conciliar el sueño o insomnio.

Pensamiento centrado en un problema en concreto que impide concentrarse en otras cosas.

Sensación de nerviosismo y de agitación.

Problemas gastrointestinales.

Sentimiento de miedo, de angustia o de peligro.

Dificultad para controlar las preocupaciones.

ASALTO AL FRIGORÍFICO

Aunque a algunas personas se les cierre el estómago con los problemas, el caso contrario también es muy usual. La escena de una persona comiendo cualquier cosa con la puerta de la nevera abierta en plena noche parece de película. Pero no tiene nada de extraordinario.