“EL OTOÑO Menos ME DEPRIME”

Superada la famosa depresión posvacacional, nos encontramos con el efecto negativo que la llegada de los meses fríos tiene sobre nuestro estado emocional. Un cóctel cargado de desánimo y apatía, en el que la falta de luz es uno de los principales motivos.

- INMA COCA

LOS PAISAJES OTOÑALES invitan a dar largos paseos y a disfrutar de la naturaleza. Sin duda, el mejor tratamiento contra la tristeza.

Menos horas de sol, temperaturas más frías y el peso de la rutina ya totalmente instalado en nuestro día a día son algunos de los ingredientes con los que cambiamos de estación. A medida que el otoño se instala, el ánimo puede ir decayendo como lo hacen las hojas de los árboles. La depresión estacional existe y, en el caso del otoño, las horas de luz son el elemento clave. Y es que, a medida que estas se reducen, lo puede hacer nuestra energía. A partir del equinoccio de otoño (este año, tuvo lugar el 22 de septiembre) los días empiezan a ser más cortos que las noches. De hecho, ese mismo día, junto al equinoccio de primavera, son las únicas fechas en las que el día y la noche tienen exactamente las mismas horas. Mientras que el de marzo marca el crecimiento de las horas de sol gradualmente, el que ocurrió hace unos días nos indica que, a partir de ahora, tendremos más horas de noche que de día. Así, hasta llegar al solsticio de invierno.

HIBERNAR