El paso decisivo

¿Calor? ¿Humedad? Sé inteligente y así podrás seguir trabajando para alcanzar tus metas.

- Por Kristen Dold

Cervezas, hamburguesas (página 60) y el pastel de las ferias no son las únicas cosas que pueden hacerte bajar el ritmo en el verano: el clima sofocante también provoca que una carrera corta se sienta como una procesión con los pies metidos en el fango. Conforme el sol empieza a salir, la temperatura de tu core se dispara, enviando la sangre lejos de los músculos a la superficie de la piel para disipar el calor. Es incómodo, pero la ciencia dice que ejercitarse en climas cálidos vale la pena: los entrenamientos en calor le enseñan a tu cuerpo a sudar más (y te mantienes fresco), incrementa el volumen del plasma en tu sangre (que beneficia tu salud cardiovascular) y baja la temperatura de tu core, todas las adaptaciones que te ayudan a rendir mejor en cualquier clima. ¿Pero qué tan peligroso es lo caluroso? “Yo le digo a la gente que debe tener cuidado cuando estamos a más de 27 grados, o 32 si estás acostumbrado al clima; y si la húmedad es alta, tienes que hacer aún más ajustes”, dice Douglass Casa, doctor y director del University of Connecticut’s Korey Stinger Institute, el cual estudia el aumento del rendimiento en el calor. Sigue estos ajustes específicos dependiendo cuál sea tu meta de entrenamiento.

META

MARATÓN EN OTOÑO