Sandra Echeverría nos comparte su faceta de mamá: un lado en el que aflora toda su feminidad desbordada en el cuidado de su hijo y explota ese poder que las experiencias de vida le han otorgado para hacerla una mujer con los pies bien puestos sobre la tierra.
Su nombre posee una naturaleza emotiva y amable; es de carácter cordial y sagaz; soñadora, luchadora, realis ta y optimista. Es alguien que apunta muy alto y en su vida la exigencia y la disciplina se encuentran presentes a lo largo de su trayectoria personal y profesional, pues piensa que es la manera más adecuada de al canzar los objetivos que se propone.
Y en la realidad así es. Desde los nueve años, se descubrió con el talento de la música, así comenzó en la banda “Perfiles” a los 14 años; desde entonces no abandona las artes, ni ahora que es mamá de Andrés. Para la actriz mexicana, que ha destacado por su trabajo con figuras como John Travolta y Marc Anthony, entre otras, enseñarle a su hijo el valor de ganarse su propio lugar en el mundo es el ejemplo y la herencia más importante que ella le quiere dejar.
“Me gustaría dejarle la idea de que todos hemos trabajado mucho para llegar a lo que somos y tenemos, porque nada en nuestra vida ha sido fácil. No nací en una cuna de oro, al contrario, mis papás eran muy jóvenes cuando se casaron y tuvieron a sus hijas; mi papá tuvo que ponerse a estudiar y trabajar desde que tenía 18 años para sacarnos –a Mariana y a mí– adelante. Yo de la nada empecé haciendo cosas muy pequeñas (ve al recuadro ‘Los pasos fuertes de Sandra’ para ver su crecimiento); poco a poco me fui ganando mi lugar, pero tuve que prepararme para eso y aún hoy lo hago.
Esta historia es de la edición Julio 2018 de Padres e hijos México.
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“¡Solía criticar a esos papás que llevan a sus hijos de más de tres años en la carriola! Ahora no voy a ningún sitio sin ella. La llevamos para la pequeña, a pesar de que ya hasta corre, pero así vamos más rápido y a ella le encanta”. -Lula, mamá de dos niñas de cuatro y seis años.
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