NIZA PURA INSPIRACION

SENTIR EL LUJO, EMPAPARSE DE ARTE Y DISFRUTAR DE LA GASTRONOMÍA ES POSIBLE EN UN MISMO DÍA SIN SALIR DE ESTE RINCÓN DEL QUE TODO PARECE PENSADO PARA EL DISFRUTE.

- Inma Coca

A los pies del Mediterráneo, la vibrante ciudad de Niza logra que los azules y los tonos pastel nunca pasen de moda.

Hay destinos que emocionan desde mucho antes de llegar, que evocan imágenes tan idílicas que la espera se hace demasiado larga y que cada día planeado apetece contarlo incluso antes de que pase. Unas vacaciones en Niza son esa clase de viaje con el que todo el mundo sueña. Un lugar siempre rodeado de glamour y elegancia, de ese lujo silencioso del que nos hemos empapado en temporadas anteriores y que aquí es un bien eterno. Solo con aproximarnos ya se siente ese cosquilleo en el estómago que nos avisa de que se avecina algo muy especial. Llegar a Niza nos hace sentirnos como unas reinas o como modelos de revista. O como aquellas nobles que hace siglos ya marcaban tendencia. Y es que así ha sido desde que se "inventó" el turismo y los grandes nobles europeos hacían sus maletas buscando un lugar cálido, agradable y especial. Niza cumplía con todos los requisitos y por eso no tardó en convertirse en el lugar en el que todos querían estar.

Arriba, el casco antiguo un día de verano. Abajo, pequeños botes marineros junto a grandes yates de lujo. El contraste es habitual en Niza.

UN COMIENZO POR TODO LO ALTO