De aquí y de allá

Cinco diseñadoras de diferentes orígenes que sentaron raíces y emprendieron fuera de su país, responden a una simple -y no tan simple-pregunta: ¿Por qué México?

- Amira Saim

Hablar de migración toca muchas sensibilidades y con razón. Por siglos, razones de fuerza mayor han llevado a hombres y mujeres a movilizarse por el mundo, mezclándose, evolucionando, dando fruto a nuevas culturas, a las más bellas historias y a los más grandes legados.

Teniendo muy en cuenta la situación de desplazamiento forzado que viven millones de personas alrededor del mundo y muy conscientes de los privilegios y las oportunidades que pueden tener otras al escoger dónde vivir y emprender, el objetivo de esta historia y sus testimonios es poner el foco en este tema tan relevante en todos sus niveles, de manera global, pero, también, celebrar la apertura de las sociedades a recibir a aquellos que buscan una vida mejor y un nuevo comienzo, sean cuales sean sus circunstancias.

A lo largo de su historia, México se ha caracterizado por ser un país de encuentro para diferentes culturas, que ha abierto las puertas a muchas diásporas. La riqueza de su naturaleza, así como su bagaje cultural, ha sido un atractivo para que creativos hayan migrado a este país y encontrar en él una fuente de inspiración, al mismo tiempo que un hogar, como ha sido el caso de grandes talentos como Martin Goeritz, Chavela Vargas, por nombrar algunos que entran en esa categoría llamada: “No puedo creer que no sean mexicanos”.