Mario Castrellón

Fundador del restaurante Maito y creador de la Chombasia, en Panamá.

- Anabel Oviedo

PARA MARIO CASTRELLÓN, LA COCINA viene de casa. "Todos los días se prendía la parrilla. Era como un ritual porque usualmente las parrillas se prenden sólo el fin de semana y una vez al mes, pero en mi casa era todos los días. Así aprendí a jugar con fuego y a ayudar a mi papá", relata con nostalgia este cocinero panameño.

Mario es creativo, serio cuando hay que serlo, y práctico. Cuando comenzó a estudiar Cocina, la profesión no tenía el fulgor que tiene actualmente, no había celebrity chefs y la actividad tenía un halo más de piratas -tal como Bourdain relata-: "Primero estudié Periodismo, di clases de fotografía, algo de diseño gráfico, tenía muy claro que mi vida no iba a ser de saco y corbata; quería estar más en el mundo artístico y ser creativo, así que me hizo sentido estudiar Cocina", cuenta. Para Castrellón, en ese momento los fotógrafos y los artistas se hacían famosos cuando se morían, pero en vida era realmente difícil generar un ingreso. En la cocina veía una oportunidad de viajar y comerse el mundo. "Como cocinero podía conseguir trabajo en cualquier lugar, así fue como me decidí", narra sin más.